domingo, 8 de mayo de 2011

La Semilla en Unión y Progreso

Semilleros de milonga
by Marcelo.

La noche había empezado desde que se formalizó la invitación: Sábado 7 de mayo de 2011, 22:30hs., Club Unión y Progreso, esa noche tocarían los chicos de La Semilla, era una invitación, incluso se justificaba el lugar, a cuadras de la terminal de ómnibus (donde paran todos los bondis) para que se pueda llegar fácil desde cualquier punto de la ciudad. Esa noche presentarían su segundo trabajo discográfico, Pueblo Andando.


La noche comenzó y la gente empezó a llegar puntual al club de San Juan al 3400 para hacerle el aguante a la banda que conoció haciendo un rock fusionado con partes de folklore, reggae y ska. Afuera estaban aquellos que sabían de la demora y querían respirar un poco más de la cálida noche de sábado que tanto se disfrutaba. Adentro se había armado un escenario repleto de instrumentos y dos pantallas gigantes, y un gran salón a la vieja escuela de los recitales, con trapos, una barra vendiendo cerveza, fernet, cds y merchandising varios, y además dando vueltas podías encontrarte con dos payasos (los de peluca y nariz roja, eh!) regalando narices para generar ese clima pintoresco tan buscado.


El juego de luces indica que vamos a despertar de la anestesia y es así como entran los 7 semilleros para abrir su show con “Mas Alla”. De entrada se percibe un buen sonido y las pantallas mezclan imágenes en vivo con algunos recuerdos de sus viajes al norte argentino. Le siguen “Zona Urbana”, “Latinoamérica” y “Horizonte”. Las cerca de 300 personas mostraron su agradecimiento por el buen show dado hasta el momento, sabiendo que iba a haber aún mas. La presentación de su 2do disco fue planeada hasta el último detalle y con los músicos invitados con los que cuenta el cd.


“Encontrar”, “Atención Generación”, “Iluminando”, “Marcha del Sur” y “La Oscuridad” fueron los temas que completaron la primera parte de un show que mostró mucho carisma y ganas de tocar.
Para el regreso demostraron saber matizar música con artes escénicas, desde pintar un mural de tela sobre el escenario como también incitar a bailar murga todos juntos. “Zambita”, “Imaginando”, “Narices”, “Fuego”, “Pachamama” y todos bailamos y coreamos. Globos, banderas flameando y un gran trapo de los pueblos originarios adornaron “Whiphala” y ya para el cierre se sabía ese ritual de agacharse, poguear y murguear de manera descontrolada y feliz.
Con su “Carnavalito” revivieron ancestrales bailes norteños y “La Milonga” fue el broche de una noche que mostró a La Semilla en su máximo esplendor.



MARCELO MENEGOZZI
fotos: JORGELINA KOKAYCHUK

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