Un SHOW con todas las letras.
Pasadas las 2 a.m. del sábado 18 de junio, un boliche casi lleno de jóvenes y adultos, copas de vino, cervezas, fernet, cigarrillos, las luces de Willie Dixon se empiezan a poner tenues, un escenario preparado, es ahí cuando aparece La Mancha de Rolando.
La noche comenzó rezándole a “Santa Maria” de los santos para poder volar alto, pidiéndole ir “Hacia el sur”, mientras el tiempo estaba pasando, pero nunca dejamos de reír, lo único que se es que en algún momento la banda “Llegará” para que nuestra herida abierta cicatrice, pero cayó el “Rock del Minero”, y los presentes comenzaron a gritar.
Comenzó a escucharse un fuego eterno describiendo “Mis primeras páginas”, esas caras me seguían sin buscar explicación, un lugar que me dio mucha paz y ahora los veo mejor, una “Melodía simple” nos dejó disfrutar de algo demasiado grande que estaba creciendo en nuestro pecho y que nos hacia feliz, intentamos mirar más lejos y “En la calle” no tuvimos más nada que hacer que vivir, vivir una noche a pleno Rock, una más, que iba transcurriendo con mucho calor, cuerpos transpirados, bebidas, minas sobre los hombros de los chicos, en la calle “Carolina” no quiere dormir, está cansada de llorar por los rincones, pero “En la altura” se pudo ver un escenario copado que la hace cambiar de parecer.
La noche continuaba, allá arriba todo era fiesta, fiesta que nos contagiaba en cada nota, cada mirada, mueca y salto, algo estaba naciendo, “La planta” clave para lograr que no exista más tristeza y resignación al menos por hoy, la humareda lo logró, en el momento en que se pone de pie, la noche sigue “Sincera” pidiendo que nos quedemos despiertos, que no la olvidemos, difícil de olvidar, mucho menos cuando la banda nos recordó con “Chino” que esta banda persigue la claridad y que no todo les chupa un huevo.
Esto parecía que nunca iba a terminar, un viejo “Cabron” apareció, la “Alta suciedad” de Andrés Calamaro comenzó a sonar, pero no era el quien lo cantaba, era La Mancha de Rolando, que no solo despertó a Calamaro, también hizo que “El viejo” Pappo despertara al público y no pare de disfrutar, sin saber a “Donde vamos” pero si por qué vamos, porque en esta noche “Hay momentos”, como alguna vez dijo Guasones, que no se pueden olvidar, donde la “Sequía” pinta pa´largo señor, y es cuando el “Sr. Cobranza” cumple en el escenario.
La banda siguió y nos dijo cantando: “Me estás atrapando otra vez”, pero que con nosotros no solo puede perder, agradecieron que estemos ahí abajo, sin excusas más que divertirnos y pasarla bien, como el “Mago de la lluvia” que empieza a “Buscar”, buscar hasta en el público, con un poco menos que a las 3 de la mañana, pero siempre firme y fiel, “Siempre esperando” más, que la “Calavera” se deje ver, y si te molesta, agarrés la 22 y ahí si “Arde la ciudad”, pero lo que empezó a arder fue el boliche, el público se muestra diferente, la gente grita, canta, salta, va de un lado al otro al ritmo del Rock, “Antes” un poco peor, porque no había lugar ni siquiera para caminar, parecía la “Ruta 66” de Pappo, pero era La Mancha que con “Un trago para ver mejor”, “Cocaína marihuana”, mucha energía, idas y vueltas, se retira del escenario muy bien ovacionados, y sin más que dejarnos el recuerdo de la presentación del CD DVD “El año del tigre” como un poco de tradición en Rosario, el goze del Rock.
CARLA GULLO
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