domingo, 26 de junio de 2011

SANTIAGO FEILU EN MANO A MANO

El sábado 25 fue el cierre de la gira argentina del cantautor cubano.
by Marcelo.

Las mesas ya estaban todas ocupadas cuando las luces del salón se apagaron y entró en escena Santiago Feliú. Su guitarra ya lo esperaba, a su izquierda un teclado Yamaha, en las mesas un público adulto deseoso de escuchar melodías sensibles y Santiago caminando lento y saludando con su zurda levantada, la misma con la que tocaría toda la noche una guitarra diestra.


“Ay, la vida” abrió el show, de la misma manera que lo hace con su ultimo disco y entre copas y murmullos la gente comenzó a sentir los latidos de Cuba. El trovador que ha tocado con León Gieco y ya tiene 12 álbumes en su haber demostró que también posee experiencia en regalar sensaciones sin necesitar palabras para hacerlo y entre tema y tema fue mechando algunos pases instrumentales.
. Era
. Iceberg
. Buscame
. Fue lo mejor mejor
. Sin Julieta
. La canción y yo
De a poco empezó a entrar en calor y se notaba al verlo sentir las letras más viscerales y acompañar con gestos sus melodías. Se pasó al piano e invitó a subir a una amiga cubana y todos pudimos apreciar a una Rocío de rulos castaños que lo acompañó en algunos temas, pero como gran enamorado de sus canciones solo le permitió algunos coros y pocas estrofas.



. Marionetas
. Demasiado amar
. ¿A donde van?
. Descerebrándome
. Ángeles de mi
. De lo nunca mas
. Otras cosas
. Sostener mi amor
. Planeta Cuba
. Alto al fuego
. Sin tanta soledad
. Llueve en agosto de 1981

Solo con 2 intervalos nos regaló todo su virtuosismo en la guitarra y esos tonos, matices y modismos cubanos que nos transportaron a la isla junto a él, mientras fusionaba la canción de autor con el folk-rock, el flamenco y el jazz entre otros géneros. Mientras Gardel miraba, sonreía y asentía la nueva trova cubana desde varios puntos del local de Lagos al 790 los del público agradecimos con aplausos las canciones y el excelente sonido.
Lo que había comenzado a eso de las 23 ya finalizaba cerca de la 1 del domingo, y en palabras de Feliú: “este es mi despo`ho, muchas gracias”, cerraba el show con “Futuro inmediato”, “Despojo”, “Resumiendo”.




MARCELO MENEGOZZI

martes, 21 de junio de 2011

LA MANCHA DE ROLANDO en DIXON

Un SHOW con todas las letras.

Pasadas las 2 a.m. del sábado 18 de junio, un boliche casi lleno de jóvenes y adultos, copas de vino, cervezas, fernet, cigarrillos, las luces de Willie Dixon se empiezan a poner tenues, un escenario preparado, es ahí cuando aparece La Mancha de Rolando.
La noche comenzó rezándole a “Santa Maria” de los santos para poder volar alto, pidiéndole ir “Hacia el sur”, mientras el tiempo estaba pasando, pero nunca dejamos de reír, lo único que se es que en algún momento la banda “Llegará” para que nuestra herida abierta cicatrice, pero cayó el “Rock del Minero”, y los presentes comenzaron a gritar.


Comenzó a escucharse un fuego eterno describiendo “Mis primeras páginas”, esas caras me seguían sin buscar explicación, un lugar que me dio mucha paz y ahora los veo mejor, una “Melodía simple” nos dejó disfrutar de algo demasiado grande que estaba creciendo en nuestro pecho y que nos hacia feliz, intentamos mirar más lejos y “En la calle” no tuvimos más nada que hacer que vivir, vivir una noche a pleno Rock, una más, que iba transcurriendo con mucho calor, cuerpos transpirados, bebidas, minas sobre los hombros de los chicos, en la calle “Carolina” no quiere dormir, está cansada de llorar por los rincones, pero “En la altura” se pudo ver un escenario copado que la hace cambiar de parecer.


La noche continuaba, allá arriba todo era fiesta, fiesta que nos contagiaba en cada nota, cada mirada, mueca y salto, algo estaba naciendo, “La planta” clave para lograr que no exista más tristeza y resignación al menos por hoy, la humareda lo logró, en el momento en que se pone de pie, la noche sigue “Sincera” pidiendo que nos quedemos despiertos, que no la olvidemos, difícil de olvidar, mucho menos cuando la banda nos recordó con “Chino” que esta banda persigue la claridad y que no todo les chupa un huevo.
Esto parecía que nunca iba a terminar, un viejo “Cabron” apareció, la “Alta suciedad” de Andrés Calamaro comenzó a sonar, pero no era el quien lo cantaba, era La Mancha de Rolando, que no solo despertó a Calamaro, también hizo que “El viejo” Pappo despertara al público y no pare de disfrutar, sin saber a “Donde vamos” pero si por qué vamos, porque en esta noche “Hay momentos”, como alguna vez dijo Guasones, que no se pueden olvidar, donde la “Sequía” pinta pa´largo señor, y es cuando el “Sr. Cobranza” cumple en el escenario.
La banda siguió y nos dijo cantando: “Me estás atrapando otra vez”, pero que con nosotros no solo puede perder, agradecieron que estemos ahí abajo, sin excusas más que divertirnos y pasarla bien, como el “Mago de la lluvia” que empieza a “Buscar”, buscar hasta en el público, con un poco menos que a las 3 de la mañana, pero siempre firme y fiel, “Siempre esperando” más, que la “Calavera” se deje ver, y si te molesta, agarrés la 22 y ahí si “Arde la ciudad”, pero lo que empezó a arder fue el boliche, el público se muestra diferente, la gente grita, canta, salta, va de un lado al otro al ritmo del Rock, “Antes” un poco peor, porque no había lugar ni siquiera para caminar, parecía la “Ruta 66” de Pappo, pero era La Mancha que con “Un trago para ver mejor”, “Cocaína marihuana”, mucha energía, idas y vueltas, se retira del escenario muy bien ovacionados, y sin más que dejarnos el recuerdo de la presentación del CD DVD “El año del tigre” como un poco de tradición en Rosario, el goze del Rock.


CARLA GULLO

lunes, 13 de junio de 2011

CARAJO EN DIXON

Una noche mágica con un toque “Ácido” logró dejar la “Luna herida”.


Fue pasada la medianoche del sábado 11 que apareció en el escenario del boliche Willie Dixon la banda porteña de Carajo en una “Nueva batalla”. Los chicos comenzaron a tocar pero cometieron “El error” de no venir preparados para una nueva noche de Rock en Rosario. Fue así que sin “Ironía” se mostraron en el escenario “Libres” de tocar sus nuevos temas, esto fue porque los presentes no dejaron en ningún momento de corear las canciones dándole las “Pruebas” necesarias de que el “Chico granada” explotó apenas la banda salio a escena para acompañarlos sin restricciones.
La noche transcurría con tragos, cigarrillos, chicos y chicas que llenaron el lugar de “Virus antiamor” a pesar de haber parejas de jóvenes y adultos besándose a un costado, en los bancos, esto porque en el patio ya no había lugar para rondar, la gente ahí gritando, saltando, ovacionando a la banda no dejaba lugar para ello, pero igual ellos, “Acorazados”, no dejaron nunca de besarse mientras escuchaban a la banda y observaban al público que de a poco iba formando parte de la noche.



La banda demostró una vez más que “Entre la fe y la razón”, la razón era la que explicaba sin “Humildad” la “Inocencia perdida” de la gente para disfrutar de una noche a puro rock and roll!
A pesar de demostrar que todos tenemos una “pura vida” al palo, había que dejarse de “Joder” por lo menos esa noche y dejar los problemas en casa, con esta actuación no podías sentirte “Triste”, la fuerza, la energía, el profesionalismo y la buena onda de la banda fue una de las razones para eso.


Tocaron casi todos los temas de “El mar de las almas”, disco que presentaron en esta ocasión sin dejar de pasar por sus grandes éxitos, digo en esta ocasión porque la “Histeria, tv. y canción de moda” no formaron parte del espectáculo a pesar de que casi al final de la noche todos les gritamos “Sacate la mierda”.
Una vez más “El vago” de los recitales apareció, esto fue así, EL DIXON SE FUE AL CARAJO!





CARLA GULLO

miércoles, 8 de junio de 2011

Resistencia Suburbana en Dixon

Espiritualidad y sombras

Eran las 23:30hs y en la esquina de Suipacha y Güemes esta vez no se observaba una fila de personas esperando para entrar al boliche como en shows anteriores, el clima ya podía ser percibido en Willie Dixon.
Adentro el lugar estaba casi colmado, pero todavía se podía rondar por el patio. Algo para tomar, comer o fumar era la mejor propuesta a la espera de Resistencia Suburbana, pero a estos condimentos se le suma la banda invitada, Mil Razones, que justo a medianoche comienzan su ritual con una intro donde todos los músicos nos mostraron sus virtudes con buena onda y carisma, los espectadores no dejaban de mirar al escenario y bailar. Mil razones solo toco media hora, los presentes pedían más, pero Resistencia suburbana tenía que tocar.
Una noche para disfrutar, conversar, bailar, esta noche no hubo saltos ni pogo, un clima apacible, de reflexión se expresaba en el boliche.
Después de media hora de preparación del escenario, las luces disminuyen, la música de fondo deja de sonar, los autores de la noche empiezan a subir al escenario, el último en llegar fue Luís Alfa, cantante de Resistencia Suburbana, pero apenas toca su micrófono, la banda abre el telón con su música, el público abajo ovaciona, baila, grita, silba, no deja de reconocer la actitud y el profesionalismo de los iniciadores de una noche de placidez.
Temas como “Va a servir”, “Con la fuerza del mar”, “Iron Lion Zion”, “Elevar”, “Larga vida al rey”, “El leon”, “Por cultivar marihuana” y “El tren” fueron algunos de los éxitos que tocaron pasando por sus seis discos, la gente en todos sus temas respondía, un fuerte olor dulzon acompañaba esta noche de tranquilidad.
La banda en cada canción daba una reflexión, era curioso ver que cada vez que Luis mencionaba la palabra “milico” que aparece en algunos temas, el público silbaba cubriendo la voz del cantante, las manos arriba, la gente se movía de un lado al otro al compás de la música, los ventiladores se encienden, el lugar se encuentra lleno, pero aún así nuevos espectadores se suman al rito del reggae.
El trayecto de la noche siguió su ritmo, una banda reflexiva, el público siempre respondiendo, por la cantidad de personas que había no se podía casi rondar por el boliche, los espacios libres ya no eran muchos, la gente ya estaba sin abrigos, con un cigarro en la mano, en la otra un vaso de cereza o en algunas oportunidades de fernet, un poco de baile, las manos en alto, cantando y siempre ovacionando a la banda, pero también aprovechando para charlar con tus conocidos, compartiendo, disfrutando de la noche.
El templo del rock definitivamente se había convertido en el Templo del Reggae.


CARLA GULLO